Se cumple una semana desde que los agentes de Movilidad comenzaran a usar esta herramienta que, insiste la delegada Pilar Arana, «no tiene fines recaudatorios»
El radar móvil solo lleva una semana en marcha y ya se está empezando a correr la voz de alerta por cada esquina de Donostia. De buena ayuda son los grupos de Whatsapp, cuyos mensajes virales especificando la ubicación de los agentes circulan a casi tanta velocidad como algunos de los vehículos cazados. Por ahora el departamento de Movilidad no cuenta con estadísticas que permitan realizar un análisis del grado de las infracciones, pero acompañar durante una hora a unos agentes sirve para hacerse una idea de las reacciones de los conductores, así como del nivel de incidencia y captación infinita con el que cuenta este artilugio.Un agente, con uniforme naranja, y un técnico de Movilidad, con chaleco amarillo, colocaron a las doce del mediodía de ayer el trípode. Y sobre este, el radar (aunque bien pueda parecer a lo lejos una cámara de fotos). El lugar es uno de los doce que ya se especificaron, la avenida de Tolosa, a la altura de la rotonda del Infierno. El punto de mira enfocó a aquellos vehículos que salían de la variante y se incorporaban al vial urbano, así como a aquellos que se dirigían en sentido contrario, donde el límite de velocidad en ambas direcciones es 50 km/h.
El agente mira por el visor y de forma manual, pone el puntero rojo sobre un vehículo al azar que pueda ser susceptible de superar el límite permitido. Y dispara. En ese instante, la propia máquina le indica a la velocidad exacta a la que circulaba el vehículo. La información se guarda en una tarjeta SD, con códigos encriptados para evitar su manipulación y cuando regresan a la oficina se mete en el sistema de tramitación.
El resultado abruma. En tan solo cinco minutos se contabilizaron más de 60 infracciones, llegando alguno a alcanzar los 88 km/h y registrando una buena conducta solo en una decena de conductores. «La reacción habitual es que cuando nos ven frenen de golpe», afirma el agente. Pero teniendo en cuenta que el radar tiene un nivel de alcance de 1,2 kilómetros -aunque lo habitual es que apunten a una distancia de entre 15 y 200 metros-, el conductor desconocerá si su capacidad de reacción para pisar el freno ha llegado a tiempo para librarse de la multa.
Pese a que la delegada de Movilidad, Pilar Arana, repita de forma insistente que «el objetivo no es sancionador, sino disuasorio por las abundantes quejas de peatones y vecinos» que reciben, entre otras cuestiones, hay ciudadanos a los que parece que va a resultar complicado convencer al 100%. «Supongo que la intención será buena, pero que se sitúen en este punto deja lugar a dudas», insinúa un peatón. Otra conductora, por su parte, denuncia que «si sales de la variante y están enfocando al carril de salida, no los ves porque los tienes de espaldas, si eso no es recaudatorio...». Y añade que «circular a 50 km/h en ese punto puede llegar a resultar hasta peligroso por ser una línea recta de salida de una zona de 80, con una pequeña pendiente ascendente y con poco margen desde la señal».
Los agentes ya indicaron que esconder no se esconden, aunque tampoco utilizan carteles luminosos para anunciar su ubicación. Precisamente, ahí reside la clave de esta herramienta: conseguir que los conductores modifiquen su comportamiento al volante de forma continuada y no, únicamente, en los puntos concretos donde es público y notorio que están colocados los radares fijos.
Una hora en cada punto
La utilización del radar móvil será de ahora en adelante otro instrumento de control al que habrá que acostumbrarse. En cada punto permanecerán alrededor de una hora y su utilización variará para no perder el factor sorpresa. Así, pueden llegar a montarse dos dispositivos en un mismo día o, por el contrario, dos en toda la semana.
Pese a no desvelar los puntos concretos de actuación, el Ayuntamiento sídio a conocer las doce calles seleccionadas por ser en las que más se superan los límites: el vial de Lugaritz, el paseo de Berio, Pío Baroja, el paseo Doctor Begiristain, Oriamendi, Federico García Lorca, Ategorrieta, la avenida de Tolosa, Sanserreka-Miraconcha, el paseo de Riberas de Loiola, el paseo de Antzieta (Martutene) y Peruene (Herrera). Arana subrayó que la colocación de radares fijos «es más costoso» y que se utilizará esta herramienta en «aquellos lugares en los que hay que regular la velocidad, pero poner semáforos congestionaría el tráfico».
Si por un casual están dudando si ayer entraron a formar parte de la lista de cazados, no tienen otra alternativa que esperar a que pasen los días y si es el caso, recibirán lo correspondiente notificación, cuya multa puede oscilar entre los 100 y los 600 euros y la pérdida de hasta seis puntos del carnet.
Fuente: Diario Vasco http://www.diariovasco.com/san-sebastian/201606/09/nuevo-radar-movil-donostia-20160609064549.html
Me lo tome con calma
Autor: VallkasAhora mirando mi fecha de registro he alucinado, joder en el 2013 y sin decir ni pio, en su día si entraba mogollón en el foro a mirar cositas para mi
Último mensaje: Vallkas hoy, 17:40