Usamos cookies propias y de terceros para ayudarte en tu navegación. Si continuas navegando consideramos que aceptas el uso de cookies. Más información
Fui un almirante conocido por la singular estampa que me dieron mis numerosas heridas de guerra, un ojo tuerto, un brazo inmovilizado y una pierna arrancada, por lo que apodaron “El medio hombre”, también me consideraron como uno de los mejores estrategas de la historia de la Armada Española y conocido por dirigir, junto con el virrey Sebastián de Eslava, la defensa de Cartagena de Indias durante el asedio británico de 1741.